Berlín amanece todos los días y con ella sus habitantes de todas partes de la ciudad , de Alemania y el globo. Unos caminan envueltos en su moda sin importar su edad o si los pellejos cuelgan con tal de ser original. Otros se aparan en sus celulares evitando el contacto social o elaborándose como únicos en un lugar en donde todos simplemente son sin querer ser.
Vivo en un edificio en donde una vecina alemana y convertida al islamismo sólo muestra la carátula de sus ojos a través de una ventanilla ocular, en un barrio llamado «Barrio Africano» en donde muchas calles se llaman Togo, Camerún o Kenia, en donde Josephine Baker https://www.youtube.com/watch?v=H46uf5-Way0, fue aplaudida y festejada meses antes de la llegada de los nazis al poder y de hecho tolerante y ese respeto humano se mantiene aún entre lo comprendido y lo impensable en éste lugar que se ampara por la UNESCO entre avenidas y calles amplias correspondiendo a la vida colonial de la Alemania de entonces .
Los perros callejeros no son realidad en éste país y sus dueños pagan impuestos por tenerlos y su responsabilidad a veces se encuentra al caminar entre heces no recolectadas mientras los parques abundan entre cementerios que fueron utilizados como refugios de Judios, Sintis o Romas en tiempos de guerra. El aeropuerto aún en servicio (Tegel) y próximo centro de investigación y viviendas sociales, cuando la vergüenza de Berlín se convierta en orgullo social: El Aeropuerto Berlin-Brandemburgo.
Siendo Fernando no respiro ni repito días sino que me renuevo como si fuese un hecho ÙNICO, no siendo un hecho difícil sino parte de éste mundo que habitamos
SamperLicona 